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El Libro del Génesis Revelado


Presentación del Libro
Creación Hombre Espiritual
El Hombre Terrenal

Día Primero
Día Segundo
Día Tercero
Día Cuarto

 

Día Quinto
Día Sexto
Día Séptimo

Texto Bíblico
Contraportada


Creación Hombre Espiritual
Edém Hasta la Humanidad
Dios Rechaza la Maldad
Consecuencias del Pecado
El Hombre Terrenal
C. Para el Hombre Caído
El Hombre Terrenal Relatos
El Reencuentro con Dios

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


SEGUNDA PARTE

TEMA V

LA CREACIÓN PREPARADA PARA EL HOMBRE

(Gén. 1.1-25)

 

El Principio

En el principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas.

 

Día Primero

Se Hace la Luz

Dijo Dios: “Haya Luz”, y hubo Luz. Vio Dios que la Luz estaba bien, y apartó Dios la Luz de la oscuridad; y llamó Dios a la Luz “día”, y a la oscuridad la llamó “noche”. Y atardeció y amaneció: día primero.

 

Día Segundo

Separación entre la Vida de Gloria y la Tierra

Dijo Dios: “Haya un firmamento por en medio de las aguas, que las aparte unas de otras”. E hizo Dios el firmamento; y apartó las aguas de por debajo del firmamento de las aguas de por encima del firmamento. Y así fue. Y llamó Dios al firmamento “cielo”. Y atardeció y amaneció: día segundo.

 

Día Tercero

Separación entre la Vida Fructífera  y la Estéril

 

Dijo Dios: Acumúlense las aguas de por debajo del firmamento en un solo conjunto, y déjese ver lo “seco”; y así fue. Y llamó Dios a lo seco “tierra”, y al conjunto de las aguas lo llamó “mar”; y vio Dios que estaba bien.

Dijo Dios: “Produzca la tierra vegetación: hierbas que den semillas y árboles frutales que den fruto según su especie, con su semilla dentro, sobre la tierra”. Y así fue. La tierra produjo vegetación: hierbas que dan semillas según sus especies, y árboles que dan fruto con la semilla dentro según sus especies; y vio Dios que estaban bien. Y atardeció y amaneció: día tercero.

 

Día Cuarto

Las Señales de los Tiempos

Dijo Dios: “Haya luceros en el firmamento celeste, para apartar el día de la noche, y sirvan de señales para estaciones, días y años; y sirvan de luceros en el firmamento celeste para alumbrar sobre la tierra”. Y así fue. Hizo Dios los dos luceros mayores; el lucero grande para regir el día, y el lucero pequeño para regir la noche, y las estrellas; y los puso Dios en el firmamento celeste para alumbrar la tierra, y para regir el día y la noche, y para apartar la Luz de la oscuridad; y vio Dios que estaba bien. Y atardeció y amaneció: día cuarto.

 

Día Quinto

Simbolismo de los Animales Marinos  y de las Aves

 

Dijo Dios: “Bullan las aguas de animales vivientes, y aves revoloteen sobre la tierra frente al firmamento celeste”.

Y creó Dios los grandes monstruos marinos y todo animal viviente que repta y que hacen bullir las aguas según sus especies, y todas las aves con alas según sus especies; y vio Dios que estaba bien; y los bendijo Dios diciendo: “sed fecundos y multiplicaos, y henchid las aguas de los mares, y las aves crezcan en la tierra”. Y atardeció y amaneció: día quinto.

 

Día Sexto

Simbolismo de los Animales Terrestres

Dijo Dios: “Produzca la tierra animales vivientes según su especie: bestias, reptiles y alimañas terrestres según su especie”. Y así fue. Hizo Dios las alimañas terrestres según su especie, y las bestias según su especie, y los reptiles del suelo según su especie: Y vio Dios que estaba bien.

 

TEMA VI

EL HOMBRE TERRENAL

(Gén. 1,26-31)

 

Primer Relato de la Vida Terrenal del Ser Humano en el Día Sexto

Y dijo Dios: “Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y manden en los peces del mar y en las aves del cielo, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todos los reptiles que reptan por la tierra”.

Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios lo creó, macho y hembra los creó.

Y los bendijo Dios con estas palabras: “Sed fecundos y multiplicaos, y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves del cielo y en todo animal que repta sobre la tierra”.

Dijo Dios: “Ved que os he dado toda hierba de semilla que existe sobre la faz de toda la tierra, así como todo árbol que lleva fruto de semilla; os servirá de alimento”.

“Y a todo animal terrestre, y a toda ave del cielo y a todos los reptiles de la tierra, a toda sierpe animada de vida, les doy la hierba verde como alimento”. Y así fue. Vio cuanto había hecho, y todo estaba muy bien. Y atardeció y amaneció: día sexto.

 

Segundo Relato de la Vida Terrenal del Ser Humano

(Gén.2,5-7) y (Gén.2,18-25)

 

El Alma Aliento de Vida

El día en que hizo Yahveh Dios la tierra y los cielos, no había aún en la tierra arbusto alguno del campo, y ninguna hierba del campo había germinado todavía, pues Yahveh Dios no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre que labrara el suelo. Pero un manantial brotaba de la tierra, y regaba toda la superficie del suelo.

Entonces Yahveh Dios formó al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente.

 

Una Ayuda Adecuada

Un Lenguaje de Comunicación con Dios

Dijo luego Yahveh Dios: “No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada”.

Y Yahveh Dios formó del suelo todos los animales del campo y todas las aves del cielo y los llevó ante el hombre para ver cómo los llamaba, y para que cada ser viviente tuviese el nombre que el hombre le diera.

El hombre puso nombre a todos los ganados, a las aves del cielo y a todos los animales del campo, más para él no encontró una ayuda adecuada.

 

El Hombre Reconoce a la Iglesia

Entonces Yahveh Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, el cual se durmió. Y tomó una de sus costillas, rellenando el vacío con carne. De la costilla que Yahveh Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre

Entonces éste exclamó: “Esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Ésta será llamada mujer, porque del varón ha sido tomada”.

Una Vida Nueva

Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne.

Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, pero no se avergonzaban el uno del otro.

TEMA VII

DÍA SÉPTIMO

(Gén.2,1-4)

 

El Reencuentro con Dios

Concluyéronse, pues, los cielos y la tierra y todo su aparato, y dio por concluida Dios en el séptimo día la labor que había hecho, y cesó en el día séptimo de toda la labor que hiciera. Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó; porque en él cesó Dios de toda la obra creadora que Dios había hecho.

Ésos fueron los orígenes de los cielos y la tierra, cuando fueron creados.

 

           Aquí Finaliza Este Libro                   

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